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Caideros de Tauro - La Solana

Condiciones: Óptimas. Buena señalización y buen estado de conservación. Atención en el andén (en la zona del Palmarete),  porque se estrecha el camino, al borde del precipicio.

Características

12,1 km

Distancia

5:30h

Duración

Moderado

Esfuerzo

Descripción

Tramo A: Presa de Salto del Perro -Degollada de Las Lapas

Se inicia en la carretera de Ayacata a Barranquillo Andrés (pasando la presa de Las Niñas y la Cruz de San Antonio) o desde el Bco. de Mogán por Albarianes. La entrada del sendero se ve clara, señalizada por un mojón indicativo. Comenzamos el ascenso por la  Montaña de Tauro hasta situarnos en la Fuente del Durazno (amplia explanada que se nos abre en un recodo del camino). A partir de este punto, la subida en zigzag nos lleva hasta la cima, con la opción de acercarnos hasta el Almogarén o Tagoror, por un sendero a nuestra izquierda. Continúa el recorrido en descenso suave, hasta la Degollada de Las Lapas,  donde se encuentra una antigua casa de uso forestal abandonada usada para refugio de guardas y pastores. Este paso es un cruce de senderos: al SW, el camino de los Llanos del Guirre (Laderones/Molino de Viento, Hoya del Salitre) y al E, dejando atrás un primer mojón junto a la casa, nos encontramos con otro mojón indicativo, a unos doscientos metros por la Cañada de la Salvia, que nos orienta en dos direcciones: siguiendo hacia el E, conectamos con el camino a Cortadores, y hacia el S, nos dirigimos a los Llanos de Gamona.

 

Tramo B: Degollada de Las Lapas – Degollada de Cortadore:

Seguimos hacia E las indicaciones para Cortadores, y pronto aparece ante nosotros la impresionante vista de los caideros de Tauro. Bajamos por un sendero ancho entre pinares hacía el caidero Colorado y seguimos bajando suavemente hacia el caidero del Laurel. Nos encontramos con un canal de agua, atención a no confundirlo con el camino, y giramos hacia el S por el sendero que deja el canal a nuestra derecha y el risco que asoma sobre el barranco de Arguineguín a la izquierda, hasta llegar a Cortadores.

Al borde del barranco encontramos las indicaciones para La Solana e iniciamos el camino bajando en dirección N-NE

 

Tramo C: Degollada de Cortadores – La Solana

Comenzamos a descender por una pequeña pendiente, empedrada más adelante en un zigzag. El sendero es claro y ancho, exceptuando algunos tramos con vegetación algo espesa (cañas y juncos), y algún pequeño estrechamiento en zona rocosa: precaución en el andén y en otra parte del camino que atraviesa una zona de derrubios. Antes de un pequeño barranquillo, debemos sortear cantos grandes y  una tubería en medio del camino. Llegamos luego a una finca de frutales con casa en lo alto y pista que sube de la carretera general. Cerca de la casa encontramos un mojón que marca el camino a la izquierda para continuar llaneando, entre pinos y tuneras,. Un poco mas adelante conectamos con la carretera Arguineguin-Cercados de Espino-Soria, aproximadamente a un kilómetro de Barranquillo Andrés.

 

Interpretación:

Dejamos a nuestra espalda la Presa del Salto del Perro, para coger el sendero que sube la Mtña. de Tauro. A primera hora de la mañana, la montaña se nos aparecerá como un gigante dormido que comienza a despertar; la mitad inferior en sombra y la superior de color rojizo, en contraste con el verde brillante de los pinos, por la salida del sol.

Al llegar al lomo de la Fuente del Durazno, podemos parar un momento para estirarnos y disfrutar de una magnífica panorámica (casi circular) coronada por la cabecera del Bco. de Mogán, con la Mtña de Aslobas y el Teide al fondo hasta la rampa de Santidad, al SE. En primer término, rellenando el espacio entre el Macizo de Inagua-Ojeda-Pajonales y la Rampa de Tauro, vemos los llanos de Majada Alta.

Continuamos con el ascenso a la montaña por un sendero relativamente estrecho, primero entre matorrales (cardonal-tabaibal) y conforme nos acercamos a la cima, entre pinos. Destacan en el sotobosque las «lágrimas de la virgen», con su características florecillas blancas. Testigo de la actividad forestal de otros tiempos, encontraremos a la izquierda del camino los restos de un horno de brea, donde se obtenía, a partir de la resina de la corteza del pino, la pez o brea para calafatear los barcos. Cerca de la cima podemos ir divisando también el Macizo de Guguy, en el que sobresalen la Mtña. de Hogarzales y la del Cedro al fondo hacia La Aldea. Si visitamos el yacimiento «La Iglesia de los Canarios»  (debemos ser respetuosos al máximo), podremos entender el sentido cultual más que probable del recinto, por la mística del lugar , con una panorámica muy bella. De vuelta en el camino, desde el murete de piedra que nos indica el mismo se observa hacia el mar, toda la rampa que se nos abre en abanico, con los grandes llanos interrumpidos (del Guirre, al W, y de  Gamona al E), por la incisión de los barrancos de Taurito,  y de Tauro.

A medida que abandonamos la Mtña. de Tauro, el pinar se abre quedando «manchones» de pinos, algunos también sueltos o en parejas. Y de nuevo comienzan a aparecer los matos; destacan ahora los cardoncillos,  en toda la rampa, con su característico color verde grisáceo. Pero el rasgo más curioso y destacado del camino lo constituyen las lajas, producidas por la erosión del material traquifonolítico de la rampa, que también nos acompañarán prácticamente en todos los caminos de ésta, como una musiquilla provocada por la percusión de nuestro calzado contra el suelo. Este sonido da origen al nombre de estas rocas: fonolitas («fono»=sonido, «lita»=piedra).

Tras un descenso de pendiente moderada, aunque corta, llegaremos a la Degollada de Las Lapas. A mano derecha, a unos cincuenta metros hacia el W tras la casa semiderruida, se abre un balcón o mirador hacia Mogán (cuidado con el precipicio y el vértigo). Una característica típica de las degolladas es el azote del viento que pasa de una vertiente a otra, notándose más el contraste entre una vertiente y otra.

El camino que lleva desde Degollada de las Lapas a Cortadores (de encrucijada a encrucijada), desciende paralelo al canal que trar el agua desde la Presa de las Niñas: una acequia de muretes hechos con lajas verticales pegadas unas a otras, muy típica y usada también en las fincas para el riego a manta.

Se recorre todo el borde de la cabecera del Bco. de Tauro, primero por un sendero ondulante entre los pinos que bordea los tres tributarios que forman la cuenca, y luego atravesando una pequeña loma empedrada. El primer tramo tiene una pendiente acentuada, salvada por un zigzag, con vistas impresionante hacia el surque abarcan toda la cabecera del barranco de Tauro.

Llegamos a otro de los grandes llanos de la rampa: Cortadores. Su nombre hace referencia a la tala o corte de pinos. Actualmente hay uno enorme solitario, que da buena sombra a los caminantes. En Cortadores hay un núcleo al que se accede por pista, de uso residencial y con fincas en activo, eras, alpendres, etc. Históricamente este núcleo siempre ha tenido importancia por albergar la cabaña ganadera de Tauro. Este uso ganadero puede explicar, además de la tala forestal, la ausencia de vegetación importante, al ser zona de pastos.

Nos encontramos ya en el lado E de la Rampa de Tauro que mira hacia el Bco. de Arguineguín. Hacia éste comienza el descenso y el final de esta ruta.  A poco metros de su inicio la panorámica se abre con la cumbre central Gran Canaria al fondo, los núcleos de Soria con la presa y Barranquillo Andrés, el Lomo de la Palma y en el cauce del Bco. de Arguineguín, los núcleos de La Higuerilla, Las Filipinas y Cercados de Espino.

El primer tramo del camino (El Palmarete), tiene partes empedradas (antiguo camino de herradura). Luego seguimos por un sendero pegado al risco, por un andén estrecho. Merece la pena mirar en dirección a la Cumbre y ver los distintos andenes que la erosión ha creado en la Mtña. de Tauro. Alzando la vista, vemos enormes paredes desnudas como bloques de cantera, con algunas especies rupícolas (cerrajas), aprovechando las grietas erosivas de las mismas. Hacia abajo (ojo con el vértigo) podemos ver el antiguo camino en desuso muy deteriorado por los continuos derrumbamientos que también afectan al camino actual. Tras abandonar el andén, el camino se suaviza y podemos disfrutar de la vegetación, más frondosa en esta ladera de umbría. Merece la pena intentar reconocerlas, porque hay una gran variedad de todas las especies citadas: rupícolas, especies de la degradación del Pinar y del Termófilo (dragos y sabinas) y especies del Cardonal-Tabaibal. El camino acaba unos 300 metros después de la Finca de la Solana de arquitectura tradicional y en activo. En dicha finca  veremos pavos reales y gallinas africanas junto a los frutales (se ruega respetar la propiedad privada).

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